2009(e)ko apirilaren 25(a), larunbata

Razones para no edificar en la Plaza San Luis








Herrera, Donostiara iristeko pasabide eta sarbide izanik, urteetan zehar lurperatua izan da alde guztietatik egin izan diren proiektuak direla eta. 60-70 hamarkadan egindako autobidea eta bere sarbideak, eta gaur egun Altzara iristeko egin den bialak , behin eta berriro Herrera zeharkatzen dute, zatitzen dute, inguratzen dute , auzoko egoera maskalduz eta gure bizi-kalitatea murriztuz.

Gaur egun, San Luis Plaza da daukagun astiune lau bakarra, eta hau ere arriskuan dago 40 etxebizitza berri eraiki nahi dituztelako.

1.983.urtean Udaletxeak agindutako eta idatzitako ikerketa baten arabera, garai horretan ere, Herrerako hirigintza egoera oso eskasa zen:

- Gehiegizko eraikuntza egin zen. Peruene Berri eta Txingurri eraikuntzetan bakarrik, autobiderako irteerak eta sarrerak egiteko desjabetutako lurraldeetako eraikigarritasuna pilatu zen. Horrela, gaur egun dauden 136 eta 70 etxebizitzak, 66 eta 20 izan beharko lirateke, hurrenez hurren. Hau da, 120 etxebizitza gutxiago.

- Zegozkien komunitate-hornikuntzak eta zerbitzuak oso eskasak ziren: astiune eta gune publikoko 10.000 m2 baino gehiago falta ziren, kultur- etxeak, ikastetxeak, interes publikoko eta sozialeko zerbitzuak eta, nola ez, aparkalekuak.

- Zeuden zerbitzuak kontuan izanik, eraikuntza dentsitatea handiegia zen.

Gaur egun egoerak hobera egin ordez, txarrera egin du:

- 200 etxebizitza gehiago eraiki dira (R.Vizcaino eta Rutilita), Bertsolari Txirritako ibarbidean eraikitzeko falta direnaz aparte.

- Ez dira ez hornikuntza ezta zerbitzu gehiago egin ere, eta egiten ari diren obrak direla eta aparkalekuak gutxitzen ari dira.

- Herrera, bial baten eta ur hodi baten azpian lurperatua izan da, bial horretara sarbiderik izan gabe.


- Barruko trafikoa ere eromena da, kilometroak egin behar baititugu 50 metrora dagoen toki batera iristeko.

Nahikoa da! Alkate jaunari obra gelditzea eta eraikuntza beste toki batera eramatea eskatzen zaio!


http://www.pasaian.com/web/noticia/herripe-protesta-ante-el-proyecto-de-edificacion-de-40-nuevas-viviendas-en-herrera/




Consultados los archivos municipales se puede ver que el Ayuntamiento de Donostia encargó en 1982 un Estudio de Información Urbanística sobre La Plaza San Luis Gonzaga y zonas adyacentes. El motivo del encargo no resulta ajeno a la actual situación: “En repetidas ocasiones los vecinos de la zona de Herrera manifestaron deficiencias existentes en la plaza San Luis...”. Ante la constatación de que la historia se repite, resumimos el estudio que, fruto de aquel encargo, vio la luz en octubre de 1983.

El estudio analiza exhaustivamente el proceso de formación urbana de Herrera y los desarrollos urbanos llevados a cabo en base a cada uno de los PGOU de la ciudad, el de 1.959 y el de 1.962. A lo largo de esos años valora que se produjo una inadecuada mezcla de usos y un desarrollo desordenado de la vivienda, de manera que se dejó en manos de los Planes Parciales la resolución de la carencia de servicios, de industrias y viviendas. Sin embargo el estudio relata que nunca fue redactado el Plan Parcial del polígono 30 y cada propietario explotó las capacidades constructivas al máximo.

Continúa el estudio refiriendo que la realización de la carretera-variante de la N-1 segregó físicamente la plaza y el resto del área, y supuso el derribo de la iglesia y del mercado. Para la construcción de esta infraestructura se redactó el Plan Especial de Defensa de la Variante. El Ayuntamiento asumió la obligación de aportar los terrenos a ocupar, pero como tenía por objetivo desembolsar la menor cantidad de dinero posible y la necesidad de ocupación de los suelos resultaba urgente, se resolvió utilizando el sistema de reconocimiento de volúmenes, sustituyendo la expropiación por el traslado de volúmenes de las parcelas ocupadas por la carretera a los terrenos restantes.

El estudio pasa a relacionar lo que se denominó “Convenios sustitutivos”, entre los que destacamos dos de ellos. El primero es el del edificio Txingurri (136 viviendas), que tenía un volumen propio de 12.400 m3 al que se sumaron 21.605 m3 que absorbe de la edificabilidad de los terrenos sujetos a expropiación para la ejecución de la variante. En segundo lugar, se reconoce a los propietarios de las casas un volumen sustitutivo de la expropiación, que se acumuló al propio de la nueva edificación a construir en terrenos de Peruene Berri, y que supuso la construcción de un edificio (70 viviendas).

Termina este apartado concluyendo en unos términos lo suficientemente significativos como para ser reproducidos literalmente: “Para materializar la carretera variante, el Ayuntamiento ha adoptado unos procedimientos de gestión teniendo como único punto de mira la evitación del pago de la expropiación forzosa y permitiendo de esta forma la concentración de la edificabilidad prevista en el Plan General. Este criterio no ha sido acertado, dada la imagen que ha adquirido el área y su alta densidad edilicia, en perjuicio de los correspondientes equipamientos comunitarios. Se ha atendido a cada caso en particular, sin realizar una planificación global y sin tener en cuenta otro valor que no fuera el del ahorro de las arcas municipales”.

A continuación acomete el análisis urbanístico del estado del área en aquella fecha de 1983, concluyendo que: “la mayor parte de los edificios del área se han construido en contravención a las Ordenanzas, especialmente en lo que se refiere a la ocupación de parcela y a la altura máxima permitidas. No se ha cumplido la exigencia estética de presencia de arbolado establecida en el Plan General para los polígonos, 10, 30 y 50”.

Termina el estudio con el análisis de la red viaria existente en aquella época y de las distintas soluciones ideadas. El transcurso del tiempo hace que los datos obtenidos se hayan superado con creces pero valen, no obstante, las conclusiones generales: “Resulta imperioso el rediseño del actual acceso a Herrera y a Alza desde la N-1. En este sentido, no debe tenerse en cuenta solamente el problema del tráfico, sino que debe incluirse simultáneamente una reordenación urbanística del área atendiendo a los déficit que se observan en la actual”.

En la actualidad, 26 años después, Herrera es el reflejo de las deficiencias y excesos ya entonces detectados. Como resultado de los convenios sustitutivos de las indemnizaciones de la variante, los edificios de Txingurri y Peruene Berri, acumulan un tamaño desproporcionado para del área. Hay que pensar que sin el volumen de más, Txingurri debiera tener 70 viviendas menos, es decir, 66 en lugar de 136; y Peruene Berri 50 menos, es decir, 20 en lugar de 70. Los excesos de volumen del resto de edificaciones en la totalidad de las áreas llegan a superar la cifra de 124.580,74 m3, lo cual resulta insostenible para cualquier entorno urbano y hace que las dotaciones pensadas para el área sean insuficientes y lleven a una desproporción entre la superficie y la densidad[1].

Lo que ha sucedido recientemente es que se han edificado aún más viviendas, pero los espacios libres, parques, jardines, arbolado y zonas de esparcimiento en general, brillan por su ausencia. En concreto, se han edificado viviendas en suelos antes destinados a industria, el caso de Rutilita y Ramón Vizcaíno, y están pendientes de edificar las viviendas al lado de la Calzada de San Ignacio y en la plaza San Luis. Aunque las viviendas aumentan, las dotaciones culturales, sociales y deportivas siguen siendo casi nulas, los edificios escolares se han mermado y la atención a las necesidades de equipamientos de la tercera edad, la infancia y la juventud sigue sin ser cubierta. El parque de vehículos ha aumentado considerablemente, como en cualquier otra zona de la ciudad, pero el número de plazas de aparcamiento público no hace sino disminuir. En cuanto a los accesos no han sufrido gran variación desde aquélla época, pero Herrera ha sido afectada por las necesidades de otras zonas. En concreto, el vial aéreo sobre la zona de más tránsito peatonal que rompe bruscamente la estética del único elemento que definía el paisaje urbano del barrio, el viaducto de RENFE.

Hay 698 familias que vivimos en un entorno cada vez más residual y degradado, que tenemos que salir fuera de Herrera para cubrir necesidades culturales, de esparcimiento y comerciales. Herrera está perdiendo su vida social a causa de una política urbanística que no ha dudado en utilizar, constantemente este espacio perimetral de la ciudad para resolver sus problemas de acceso y salida: primero con la carretera variante y ahora con el vial.

Herrera no tiene nada que ver en su formación histórica con lo que el Plan General tenia previsto en estos suelos. Pero, ¿qué más tiene que dar Herrera cuando está claro que ya se ha sobreutilizado su suelo en el pasado? ¿No significa nada que el número de viviendas debiera estar más cercano a la mitad de la hoy existente? La previsión de un nuevo edificio de 40 nuevas viviendas en la plaza San Luis, debiera ser replanteada tomando en cuenta la historia pasada y presente de nuestro barrio y que la plaza es nuestro único espacio de esparcimiento y de convivencia.

Por todo ello, solicitamos al Sr. Alcalde que desista de edificar en la Plaza San Luis en la forma prevista en el PERI de Herrera y traslade el edificio a otro lugar.



[1] Los más de 21.000 m3 de exceso de Txingurri se convierten en unos 7.000 m2 de edificabilidad residencial, lo que significa aproximadamente 70 viviendas. Igualmente en Peruene Berri 15.000 m3 son 5.000 m2 construidos, es decir, unas 50 viviendas.

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